El pasado miércoles se lanzo en Rosario la Cátedra Libre de Historia Argentina, la cual se llevará a cabo a lo largo de 2010 en el marco de la conmemoración de los bicentenarios de la revoluciones americanas.
La sala de lectura de la Biblioteca de la facultad de Humanidades y Artes vio colmada su capacidad para presenciar la proyección del documental “Voces y andares”, el cual refleja la participación de las mujeres en el proceso de lucha y debate en torno a la nueva constitución boliviana.
Previamente, Berta Wexler realizó un pormenorizado repaso histórico, y María Edith Oviedo introdujo el documental con sus comentarios.
Ya comenzaron las primeras inscripciones a la cátedra, que promete ser un espacio para el debate acerca de nuestra historia, pero también de nuestro presente.
En el marco de los bicentenarios de las primeras revoluciones de América del Sur.
Proyección de:
"Voces y andares"
Video testimonial bajo dirección de Raquel Romero, de la Fundación Colectivo Cabildeo, sobre las mujeres que lucharon y participaron de la Asamblea Constituyente de Bolivia durante el período que va de Agosto de 2006 a Diciembre de 2007.
Introducción Histórica: Berta Wexler.
Presentación Contextual: María Edith Oviedo.
Miércoles 28/10
18:00 hs.
Sala de Lectura de la Biblioteca de Humanidades y Artes (EntreRíos 750).
Auspician:
Cátedra de Economía Política (Escuela de Historia, Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario); Escuela de Historia, (FHyA - UNR); Maestría “Poder y sociedad desde la problemática del Género”, (FHyA - UNR), CEIM (Centro de estudios interdisciplinarios sobre las mujeres), (FHyA - UNR); Escuela Rosarina de Psicología Social “Enrique Pichon-Rivierè”; MORENO Regional Rosario; Secretaría General del Centro de Estudiantes de Humanidades y Artes; Consulado de Bolivia en Rosario.
Organizan:
Secretaría General Centro de Estudiantes de Humanidades y Artes.
MORENO (Regional Rosario).
Auspician:
Esc. de Historia FHyA
Maestría "Poder y Sociedad desde la problemática de Género" FHyA
Invita:
ALDE.
DOCUMENTO PRELIMINAR PARA LA REALIZACIÓN DE UNA CÁTEDRA LIBRE
Historia Argentina en el marco de los Bicentenarios Americanos.
A partir de la conmemoración de los quinientos años de la Conquista en América, en el año 1992, asistimos al desarrollo de un tipo de historiografía que perfila con mayor precisión la lucha que libraron los pueblos por lograr su independencia. A fines del Siglo XVIII en 1780- 1782, con los levantamientos de Tupac Amaru y los hermanos Catari miles de hombres y mujeres conmovieron la vida colonial y la rebelión de los pueblos comenzó su marcha. Así también el pueblo de Buenos Aires en 1806 y 1807 rechazó heroicamente al invasor extranjero en las Invasiones Inglesas. En el 2009 asistimos a las conmemoraciones de los Bicentenarios de la Revolución Americana en Bolivia y Ecuador. Chuquisaca es la cuna de la Primera Revolución por la Independencia en América del Sur ya que el 25 de mayo de 1809 se levantaron los criollos y mestizos contra el orden español. El mismo año siguieron en el Alto Perú, la Revolución de La Paz el 16 de julio y en agosto se levantó el pueblo de Ecuador. La Revolución del 25 de Mayo en el Virreinato del Río de la Plata sería un eslabón más de la lucha por la independencia de los pueblos latinoamericanos en ese largo proceso iniciado en 1780 que culminara con la derrota de las fuerzas realistas en el Alto Perú en 1824. Ante la cercanía de tan importante aniversario en nuestro país tenemos la convicción de recuperar para las presentes y futuras generaciones el legado de los revolucionarios de mayo y continuar con el camino que ellos forjaron. En este movimiento del año 1810, frente a los grupos conservadores del poder, se destacaron revolucionarios como Moreno, Castelli, Belgrano, Artigas, etc., cuyas concepciones fueron derrotadas. Documentos como “El plan de operaciones” de Mariano Moreno, las instrucciones de la Primera Junta a Castelli en el Alto Perú y las recomendaciones a los diputados de la Banda Oriental, dirigidas por Artigas, que van a participar en la Asamblea del año 1813 quedaron en el olvido y son celosamente custodiados para que sean inaccesibles a las grandes mayorías populares. El papel jugado por las masas campesinas y las comunidades originarias en todos los acontecimientos del proceso revolucionario es totalmente subestimado, haciendo del esfuerzo y compromiso de miles en la lucha por la libertad y la independencia una actitud pasiva cuando no reacia al cambio Esta necesidad brota de una Argentina en crisis de su soberanía donde se privilegian los compromisos internacionales antes que los del pueblo (15369 millones de dólares han sido destinados en el 2009 para el pago de la deuda externa). Gran parte de las tierras productivas están en manos extranjeras y concentradas en pocas manos, una parte de nuestro territorio nacional está ocupado militarmente por una potencia imperialista ( las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur). Por otra parte nos encontramos con una industria nacional devastada por políticas estatales antinacionales y la mayoría del patrimonio otrora público hoy está en poder de grandes monopolios multinacionales. A esto le sumamos el saqueo de nuestros recursos naturales (63 empresas extranjeras mineras se encuentran trabajando en Argentina y representan el 91 % de la producción minera total, el petróleo y el gas en manos privadas y grandes beneficios a empresas extranjeras para la pesca en nuestros mares). En un contexto de profunda crisis internacional, donde se profundiza la disputa interimperialista por zonas de influencia en todo el mundo y en particular en América Latina, la Argentina ha adoptado una política de sumisión, cayendo en una situación de indefensión de la soberanía nacional. Por último, mientras el pueblo se hunde en la pobreza, hambre, desocupación y millones de jóvenes se encuentran inmersos en un contexto de alto grado de drogadicción, prostitución y expuestos al gatillo fácil, el gobierno prioriza el pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta (como lo dictaminó el juez Ballesteros a partir de la ardua investigación llevada a cabo por Olmos), que tiene gran parte de su origen en la dictadura de 1976, sobre las necesidades populares. No les importa a los gobernantes de turno que el sistema de salud se encuentre colapsado, que los ingresos de millones de jubilados se encuentre por debajo de la línea de pobreza y que gran parte de los sueldos de los trabajadores no cubre las necesidades familiares básicas. Ante todos estos elementos enumerados se manifiesta la necesidad de recuperar la senda olvidada y pisoteada de los revolucionarios de mayo, particularmente desde la dictadura militar en adelante. Hoy más que nunca es necesario volver a repensar la gesta patriótica, frente a la apatía oficial, como una posibilidad concreta de cambio a favor de las mayorías populares. Por apatía entendemos una política del gobierno oficial que tiende a conmemorar este Bicentenario en una forma superficial, sin la participación de las mayorías populares, ya que un balance de fondo de estos 200 años implicaría entrar en tensión con su política actual. Una nueva Argentina de las grandes mayorías sólo será posible si entre todos levantamos la bandera de una segunda y definitiva independencia nacional que incluya la recuperación total de las Islas Malvinas. Es por lo que venimos describiendo que entendemos que la tarea principal hoy, en el campo popular de cara al Bicentenario, es el de la recuperación histórica de nuestra identidad nacional. Tarea que debe ser llevada a cabo por la gran mayoría de los estudiantes, profesores universitarios, secundarios, primarios, becarios e investigadores del Conicet y otras dependencias estatales, trabajadores de la cultura, periodistas, organizaciones sociales, etc, y el pueblo todo. La experiencia de 1810 muestra claramente que la Revolución sólo fue posible cuando se unieron a las reivindicaciones democráticas, las nacionales. Desde entonces, los sectores dominantes siempre intentaron separar el programa democrático del programa nacional. Esta cátedra se propone como desafío unir ambos programas en una historia que sea expresión de las necesidades de cambio de las mayorías populares, polemizar con las concepciones teóricas dominantes que esterilizan la historia y generar un espacio de discusión plural en donde se pongan en juego las diferentes corrientes históricas acalladas por la historia oficial.